Desde el 1916

El hombre ha ido inventando unidades de medida para controlarlo todo: pes, distancia, temperatura, hora... y también el tiempo. Pero al final, todo puede llegar a ser relativo y cuando hablamos de un siglo atrás nos cuesta mucho saber con exactitud a qué momento nos referimos. Por suerte, y gracias a las películas, la historia nos queda más o menos ilustrada.

Miquel Caus y la Clara Boixadera empieza el 1916, cuatro años después del hundimiento del Titánic y dos después del inicio de la primera guerra mundial. Las mujeres llevaban trajes largos y los hombres sombreros de copa. En Cataluña la industria había hecho muchos cambios. Pueblos enteros habían quedado despoblados y sus habitantes vivían en colonias, la mayoría textiles a lo largo del río Llobregat. Puig-reig era la población con más colonias de todo Cataluña. tenía sed! Naturalmente el pequeño pueblo se transformó a causa de todo.

El año 1916, los bisabuelos Joan Boixader Fígols y Pepeta Boixader Soler, instalaron una charcuteria en los bajos de casa, pensando que más adelante su única hija, Lola Boixader Boixader, continuara la actividad, y así lo hizo! Joan decía que cada parte del cerdo tiene un gusto diferente y que del cerdo se aprovecha todo. Cuánta razón tenía! Para ser un buen cansalader, conocer bien el cerdo es una gran ventaja!

La tocinería tomó como nombre el sobrenombre de en Joan, a quién todo el mundo denominaba Tranquilo Y por eso se denominaba Hace falta Tranquilo. A día de hoy mucha gente todavía los conoce por este nombre. Lola se casó con en Miquel Caus Soler, que se incorporó al negocio familiar, y compraron la licencia de fabricante de embutidos para ampliar el negocio y poder vender tanto en el pueblo como fuera, puesto que el embutido que hacían gustaba muy… Así empezó la expansión de los productos Madrigueras.

Miquel y Lola tuvieron dos hijos que siguieron el negocio y lo continuaron ampliando. Hoy Hace falta Tranquilo todavía es la sede situada en la calle Mayor, 25 de Puig-reig. El pueblo tiene una ubicación privilegiada por la temperatura y la humedad que le dan la altitud del pueblo y la distancia en el río Llobregat. Esto favorece las fermentaciones de los embutidos curados.

Joan Caus Boixader, después de la jubilación de sus padres, en Miquel y Lola, siguió con la misma tradición. El 2010 en Miquel y la Clara cogieron el timón de esta antigua marca de embutidos del Berguedà. En Miquel conocía bastante bien el oficio porque había trabajado desde chico. A pesar de que había elegido ser informático, al final dejó el trabajo para continuar el negocio familiar.

Los embutidos son el pan de cada día (de hecho, son el bocadillo de cada día). Son una gran solución. Pero más allá de ser un buen almuerzo o una buena cena, los embutidos también pueden ser un placer. Porque si no, quizás más vale comer pan con tomate viudo, como dice mi madre. Yo lo prefiero; o como una cosa como es debido o nada. Las embutidas Madrigueras 1916 os los puedo bien recomendar. Tienen el gusto que se espera encontrar en una secallona, longaniza, hierve... Es tan satisfactorio un buen bocadillo con un buen embutido!

Hoy en día no es paso sencillo encontrar buen embutido, pero por suerte las embutidas Madrigueras 1916 se pueden encontrar a muchas tocinerías de muchas comarcas.Madrigueras 1916 hoy se puede considerar una empresa de tradición y arraigo en el territorio, pero también se puede considerar una empresa joven y con empujón.

La Clara y en Miquel continúan con la tradición del bisabuelo, y aparte de los embutidos tradicionales han ido incorporando nuevos productos que pide el mercado, siempre con mucha cura y con unos paladares diferenciados de los otros cansaladers. Muchas tiendas tienen los productos Madrigueras 1916 porque a sus clientes los encantan. No vuelan ningún otro! La longaniza, el llargot, los hierves... y sus novedades: el pop de montaña, el carpaccio de pie, el pecho de gallo de indio... Os dejo que investigáis de que se trata. Cuando lo hayáis descubierto os lameréis los dedos!