Queralt ha estado siempre el telón de fondo de Berga. Para los ciudadanos del Beguedà cuesta y todo reconocer la silueta de la montaña desde otra perspectiva. Vemos siempre a Queralt recortando el cielo, cuando miramos arriba desde la ventana, para ver si las nubes son negras y si lloverá esta tarde, o cuando subimos por la carretera y sentimos de golpe que ya estamos en casa. 

Queralt es una parte esencial de todos los ciudadanos de Berguedà, y el 2016 fue el año de Queralt. Puesto que en septiembre de 2016, hizo cien años que la Madre de Dios de Queralt fue Coronada, del mismo modo que otras vírgenes, como Montserrat y la Mercè lo habían estado.

La iniciativa de esta coronación aconteció por parte del padre Joan Postius, destacado eclesiástico Berguedà. Al año 1916 Berga hizo una fiesta a lo grande para celebrarlo, con visita incluida de la Infanta Isabel I. Y a partir de este momento, cada 25 años, los berguedanos hacen una renovación profunda de su compromiso con Queralt. Cada época lo ha celebrado a su manera y han dejado su huella: actos religiosos, Patums, teatro, fútbol, cine, sardanas, Juegos Florales, etc.

Los días propios de la celebración del Centenario de la Coronación de la Virgen María de Queralt son del 27 de agosto al 8 de septiembre. Todo el pueblo participa, todo Berguedà se siente representado. Creyentes y no creyentes, pequeños y grandes porque, para todas y todos, la Virgen y la montaña de Queralt forman parte de nosotros.

Por lo tanto Queralt es vivido de manera personal, como lugar propio y íntimo, pero a la vez también es compartido de una forma u otra, aconteciendo un componente esencial de la identidad colectiva. Las fiestas del Centenario siempre contribuirán a mantenerla y reforzarla.